Wojtek, el oso soldado

Hoy el tema de esta entrada no es nada relacionado con el lifestyle en Polonia como venían siendo las entradas anteriores, hoy os traigo una bonita y curiosa historia que seguro que muchos no conocéis y que os gustará. Hace unas semanas asistí a un festival de cerveza celebrado en Lublin y allí me fije en una etiqueta que me provocó la curiosidad de saber qué relación tenía con el «oro líquido». Entonces, pregunté a un amigo para que me lo explicara y me respondió sorprendido «¿No conoces a Wojtek? Es un héroe nacional para el pueblo y el ejército polaco». Os podéis imaginar mi cara de «a ver si aprendes un poco de historia polaca»… Así que no he podido resistirme a buscar información al respecto y a traérosla aquí, así que siéntate y disfruta.

Wojtek ([‘vɔjtɛk] [voi-tec]) fue un oso pardo que fue adoptado por los soldados de la 22 Compañía de Suministros de Artillería del ejército polaco durante la II Guerra Mundial sirviendo de ayuda para mover las municiones pertinentes durante la batalla de Montecassino (1944) en Italia. Pero empecemos por el principio.

En 1939 Rusia ocupa parte del este de Polonia y decide enviar a miles de soldados polacos a diferentes campos de prisioneros situados en la URSS más profunda hasta que un 22 de junio de 1941, Hitler, a través de la llamada Operación Barbarroja, provocó un acuerdo entre Moscú y el gobierno exiliado polaco para que los polacos que estuvieran prisioneros fueran liberados. Por lo tanto, el panorama era que casi 67000 polacos de los cuales 40000 eran soldados y el resto civiles se encontraron abandonados en medio de la nada en tierras rusas viéndose obligados a pasar ese invierno resguardados en tiendas de campaña y aguantando como podían temperaturas de hasta -50ºC. Ya en julio del año siguiente, Stalin permite a los que han sobrevivido ante tales circunstancias adversas que sean evacuados a Irán.

Una vez llegados a tierras iranís, los británicos los acogieron y los encuadraron en la 5ª División Kresowa y en la 3ª División Carpática donde se encontrarían con más compatriotas que consiguieron huir del avance soviético siendo el destino final el Líbano que era el lugar donde se encontraba el resto de fuerzas polacas.

Por lo tanto los soldados polacos iniciaron un largo camino por delante. En un paso de montaña entre las ciudades iranís de Hamadan y Kangavar en dirección Irak se encontraron con un chico cansado y con mucha hambre el cual pedía ansiosamente algo para comer. Mientras éste engullía la comida que había recibido, los polacos vieron que en el saco que transportaba el joven había un animal que a los pocos segundos reconocieron como un cachorro de oso pardo de unas aproximadamente ocho semanas de vida en condiciones de salud no muy buenas. A pesar de ello los polacos querían comprar a toda costa el cachorro aunque al principio se encontraron con la negativa del muchacho lo que provocó que tuvieran que chantajearle con comida y con un bolígrafo que se convertía en navaja para que finalmente cediera. De esta forma el úrsido comenzó a ser un polaco más de la manada.

Posteriormente, como cualquier ser vivo, debe alimentarse y es ahí cuando los polacos decidieron meter en una botella de vodka vacía leche condensada diluida con agua imitando a un biberón el cual el cachorro no dudo en bebérselo y que le serviría a la postre para quedarse dormido acomodado junto a un soldado llamado Piotr buscando calor humano-animal. Curiosamente, después de ese día siempre buscaría al mismo soldado para dormir la siesta a su lado. Fue en uno de esos momentos cuando otro soldado decidió darle nombre a la nueva mascota y qué mejor que un nombre típicamente polaco como Wojtek que es el diminutivo de Wojciech. Además éste empezó a ser el símbolo oficial de la Compañía portando un proyectil.

logowojtek

Durante los siguientes meses por oriente medio, Wojtek recibía todo tipo de atenciones por parte de sus nuevos amigos a los cuales respondió integrándose rápidamente en un ambiente militar abandonando los biberones para dar paso a raciones dobles de verduras, frutas, miel e incluso alguna cerveza que también se tomaba gustosamente de vez en cuando. Wojciech Narebski, un joven soldado polaco de 17 años de la misma unidad que su tocayo el oso Wojtek, recuerda este hecho y lo justificaba diciendo que “Para él, con 200 kilos de peso, una botella de cerveza no era nada”. Este mismo soldado incluso llegó a decir que también se comía cigarrillos. Manjar de dioses para nuestro amigo.

A inicios del año 1944, las tropas polacas fueron solicitadas para participar en Italia del lado de los aliados de la II Guerra Mundial contra la resistencia que ejercía Alemania sobre la región que rodeaba la abadía de Montecassino. Entonces los polacos llegaron por carretera al puerto de Alejandría, en donde debían embarcarse rumbo a Italia, pero en tierras egipcias les esperaba una no muy agradable sorpresa: los británicos no permitían animales a bordo por lo que Wojtek no podía embarcar. Como era de suponer, los polacos no estaban de acuerdos con esta medida y decidieron alistarlo al ejército cumplimentando toda la documentación necesaria para poder ser uno más y finalmente poder viajar.

En abril de ese mismo año los polacos entraron en combate en Montecassino. Allí, en zonas poco accesibles, se encontraban posiciones avanzadas de soldados que tenían que ser abastecidas de comida y munición a través de vías estrechas y peligrosas por lo que al principio hacían uso de mulas como medio de transporte hasta que un día pensaron que Wojtek podría hacer ese mismo trabajo de una forma muy eficaz. Por lo tanto, los polacos empezaron a cargar cajas pesadas al lomo de Wojtek y éste, sin dar el más mínimo síntoma de fatiga, colaboró de forma brillante e impecable en el heroico papel de Polonia en Montecassino que sería culminado con la toma de la abadía y la colocación de la bandera polaca como victoria.

Una vez finalizada la batalla, los polacos fueron trasladados a Glasgow donde fueron recibidos como héroes y donde Wojtek fue sin duda la atracción principal desfilando orgulloso por las calles de la ciudad escocesa. Años más tarde, fue acogido en un zoo de la zona (Winfield Park) llegando a ser una de las atracciones más famosas del mismo. Durante su estancia en el zoo, recibía visitas de los amigos polacos que compartieron con él muchos momentos aunque con el paso de los años fue recibiendo menos y menos visitas lo que ayudó a minar el caracter de Wojtek hasta que a finales del año 1963 murió a la edad de 22 años. El zoo, en su memoria, colocó una placa conmemorativa en una ceremonia donde asistieron una gran cantidad de soldados que compartieron con Wojtek aquellos años de guerra.

Wojtek hoy en día

  • Existen algunas estatuas de Wojtek que pueden contemplarse en Londres en el Imperial War Museum o en Ottawa en el Canadian War Museum, en homenaje a este animal que entró con todos los honores en la historia militar por la camaradería y amistad demostrada durante la guerra, lo que le hizo ganarse para siempre el respeto y la admiración de sus compañeros.
  • Como no, Wojtek tiene su propia cerveza, con lo que le gustaba refrescarse… Aquí tenéis la web oficial.

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  • Tiene su película y varios documentales que todavía siguen emocionando a muchos admiradores. Aquí os dejo uno de ellos que he encontrado en inglés.

  • Y hasta algunas canciones en su nombre como por ejemplo esta.

  • Por último, Wojtek tiene a sus espaldas un gran merchandising como no podía ser de otra manera.

chocobluza

Ahora si alguien os viene hablando del oso soldado Wojtek ya le podéis dar una buena lección de historia que se quedará sorprendido 😉

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