Disco-Polo, el reguetón polaco

La entrada de hoy podemos decir que viene con marcha y con un ritmo diferente que te hará ver que también en Polonia existe un tipo de música característico del lugar y que no deja indiferente a nadie. Como puedes ver en el título, hablaré sobre el Disco-Polo que no es ninguna discoteca con frío del polo norte ni nada parecido, sino que, a mi parecer, las dos palabras que mejor lo definen son “reguetón polaco”. Sigue leyendo y sabrás por qué lo digo.

El Disco-Polo es un género musical característico de Polonia que suele sonar en muchas discotecas repartidas por todo el país, pero que sobre todo suena en diferentes eventos festivos y en las bodas. ¡De hecho se dice que una boda polaca no es una boda si al menos no suena una canción de Disco-Polo!

Este estilo de música se empezó a hacer popular a finales de los años 80, cuando en Polonia se estaban viviendo los últimos años del comunismo y se puede considerar que dura hasta hoy en día, o al menos eso escucho yo cuando voy a alguna fiesta. A la fuerte influencia que tiene de otros géneros musicales como el eurodisco o la música folk polaca hay que sumarle también el excesivo uso de teclados y sintetizadores lo que provoca que, en parte, sus canciones sean pegadizas y las melodías fáciles de recordar y de tararear. Añadir que durante sus inicios, bandas criminales polacas estaban por detrás de este estilo de música teniendo en su poder una gran cuota de mercado lo que provocó una mala reputación en la sociedad.

Toda esta información está muy bien, sí, pero ahora ya te estarás preguntando “Pero vamos a ver, ¿me puedes explicar de una vez qué tiene que ver el Disco-Polo con el reguetón?”. Pues yo te explico, tranquil@. Sabiendo cómo suena un género y otro, a primera vista (o a primer odio) no se parecen en casi nada empezando porque, en la mayoría de los casos, el Disco-Polo es en polaco y el reguetón en español. También los sonidos son muy diferentes ya que en el reguetón no se utilizan sintetizadores ni tiene influencia de la música electrónica. Pero déjame decirte que tienen algo en común como por ejemplo que los dos tienen la misma temática, hablan casi siempre de lo mismo: canciones dedicadas a las mujeres diciéndoles que “qué guapas son”, “cuánto las quieren” o proponiéndoles planes “divertidos” para la misma noche que se acaban de conocer. También existen otras temáticas como por ejemplo la felicidad, el dinero o la melancolía.

Otra cosa que tienen en común es que o lo odias, o lo amas, no hay término medio y de hecho todavía no conozco a ningún polaco que me haya dicho “Pss, a mí el Disco-Polo ni me va ni me viene”, siempre se posicionan de una forma clara. Lo curioso es que ahora que recuerdo tampoco conozco a nadie que me haya dicho “me encanta esta música”, todos rehúyen de este género calificándolo de música ridícula y con letras sin originalidad, pero ¿sabes qué? ¡Luego esa misma gente va a las bodas y ves que se saben las letras “de Pe a Pa” y las bailan como si no hubiera mañana! Será que el alcohol tiene poderes mágicos y provoca el aprendizaje de esas canciones en cuestión de décimas de minuto ¿no? Lo mismo pasa con el reguetón en España, es cierto que a mucha gente le gusta y lo baila, pero hay otro tipo de gente que no le parece ni música, pero cuando suena en la discoteca, bien que bailan y cantan sus letras. También es verdad que el reguetón es uno de los estilos más “bailables” y si ya estamos en la discoteca, pues habrá que pasarlo bien ¿no?

Quiero acabar esta entrada dándoos mi opinión acerca del Disco-Polo, qué opino yo sobre este género, pero os pido una cosa antes, no me juzguéis después de leerla, ¿entendido? Yo desde pequeño me he criado alrededor de la música y mis gustos son muy diversos, no hago asco a nada (bueno, igual al rock hardcore sí) y puedo escuchar desde música clásica a hip hop, pasando por el pop, el jazz, el blues, el mismo reggaeton… Ya sabes por donde voy ¿no? Pues sí, a mí el Disco-Polo también me gusta, tienen canciones pegadizas (aunque no entienda lo que dicen), llenas de alegría y de vitalidad y no me provoca ningún daño al oído. Entonces ¿por qué no? Yo no me escondo, yo lo digo. 😀

Aquí os dejo una canción para que los que no lo hayan escuchado nunca, se hagan una idea de cómo suena.

Y a ti, ¿te gusta el Disco-Polo, lo odias o “ni te va ni te viene”?

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